Unas 80 fraternidades están listas para brillar este miércoles 14 de agosto en la Entrada Folklórica de la Virgen de Urkupiña en Quillacollo. A un día de cumplir su promesa, los danzarines afinan detalles para demostrar su devoción por la Patrona de la Integración Nacional.
El presidente de la Asociación de Fraternidades Folklóricas Virgen de Urkupiña (Affvu), René Valdez, informó ayer que se pondrá en funcionamiento un sistema de control de 22 cámaras de vigilancia y se desplazarán 18 planilleros para evitar baches a lo largo de todo el recorrido.
Confirmó que las 56 fraternidades afiliadas a la asociación y otras 24 solicitantes confirmaron su participación en la XLVII Versión de la Entrada Folklórica.
Valdez mencionó que la actividad comenzará a las 9:00 horas en la avenida Martín Cárdenas y por la cantidad de participantes se prevé que concluya después de medianoche.
Tensión
Aunque cada año, las fraternidades están acostumbradas a llegar a la puerta del templo San Ildefonso con un carro de cargamentos o carro alegórico, esta gestión no se podrá cumplir con la tradición por la peatonalización de la plaza principal 15 de Agosto, explicó el presidente de la (Affvu).
“Lamentablemente no hemos solucionado el problema, estamos analizando la posibilidad de no bailar en el palco de la Alcaldía para mostrar nuestra molestia”, comentó.
El director de Cultura de la Alcaldía, Mauricio Zambrana, sostuvo que se plantearon alternativas de solución a las observaciones que hicieron los fraternos, por lo que espera en próximas horas llegar a un acuerdo.
Entre las propuestas de la Alcaldía de Quillacollo se encuentran la habilitación de parlantes para que las fraternidades que ingresan con grupos musicales y amplificaciones puedan llegar al templo bailando al ritmo de la danza.
En tanto, decenas de feligreses del interior y exterior del país ya comienzan a llegar al municipio para agradecer por los milagros recibidos o pedir favores a la Virgen de Urkupiña.
Ante la peregrinación de los feligreses, el Santuario de Urkupiña luce todo su esplendor con altares y un decorado particular.
Via: Los Tiempos