Más de 2.000 promesantes expresaron este miércoles su fe y devoción a San Roque, en la primera procesión de la Fiesta Grande en Tarija, declarada Patrimonio Histórico e Intangible de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 2021.
Los promesantes, chunchos vestidos con máscaras e indumentarias coloridas, recorrieron el centro de la ciudad de Tarija bailando al ritmo de tambores, cañas y quenas como muestra de la devoción al santo.
Durante la fiesta los vecinos adornan los templos, calles, mercados y otros espacios por donde pasa la procesión.
“Es una fiesta religiosa con mucho significado, se hace una promesa con respeto al santo y le pedimos salud no solo para el promesante sino para su familia”, explicó el músico Miguel Jiménez quien va por su octavo año de participar en esa festividad patronal.
Vía: EL PAÍS