Sucre, el hogar de los PRÍNCIPES
Así se ve el Sica Sica y el Churuquella desde la Gobernación. Foto: Mauricio Quiroz Terán
Los relojeros se inspiraron en una antigua leyenda francesa y así rompieron una de las reglas vigentes para escribir los números en clave romana. Por eso, en el reloj del Palacio de la Glorieta no existe el IV; allí se ven cuatro unos, por así decirlo (IIII). Esa misma nomenclatura se aprecia en la torre de la Catedral Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en Sucre, la capital de Bolivia.
Sucedió en 1370, cuando el rey Carlos V de Francia ordenó fabricar un reloj para el castillo donde residía. Cumplido el encargo, el fabricante le mostró el resultado de su trabajo, pero el monarca lo rechazó, no aceptó que parte de “su divinidad” esté reflejada en ese artefacto terrenal. “El rey n...