Tras la polémica por los dos informes contradictorios sobre la contaminación en Aguas Calientes, activistas ambientales sugieren realizar nuevos estudios a la calidad del agua y mejorar la gestión de sobrecarga de visitantes, a fin de preservar este destino turístico.
A inicios de este mes, un técnico de la Unidad de Medio de la Alcaldía de Roboré dio a conocer que un estudio de la Gobernación determinó que existe contaminación por heces fecales y nitrato de oxígeno en los cuerpos de agua superficiales del río de Aguas Calientes, ubicado a 32 kilómetros al sur de Roboré, camino hacia Puerto Suárez. Sin embargo, días después Julia Parada, directora de Calidad Ambiental de la Gobernación, descartó esa situación, tras una inspección.
Técnicos de la Gobernación tomaron otras muestras de las aguas
Parada señaló que nunca se dijo que había un 95% de contaminación en las aguas. Explicó que, de los 15 parámetros que se analizaron en el río, 13 se ajustan a lo permitido, y dos fuera de norma.
Eder Santibáñez, coordinador del Movimiento en Defensa del Valle de Tucabaca, manifestó que no se puede negar el estudio que concluye que hay contaminación en las aguas porque es bastante claro. Sin embargo, ante las declaraciones de autoridades de la Gobernación que señalan que no es así, sugirió que se realicen nuevos estudios para “profundizar en el análisis”, tal como lo recomiendan entendidos en el tema con los que ha tomado contacto.
Dijo que, sobre la base de estos nuevos estudios, se tienen que establecer acciones que permitan subsanar el impacto ambiental.
“Se debe hacer un monitoreo de unos cuatro meses para ver las variaciones de calidad, pero ahora mismo pueden tomarse algunas medidas que los pobladores ya están adoptando”, valoró, al indicar que, por ejemplo, es necesario regular el ingreso y estadía de turistas, porque hay una sobrecarga de visitantes. La comunidad Aguas Calientes es la encargada de la administración de toda el área turística, incluidos Los hervores, que es el más visitado.
Santibáñez señaló que parte de la infraestructura de los lugares turísticos está sobre la servidumbre ecológica, donde no están permitidas las construcciones y menos cámaras sépticas, por tanto la solución no pasa por la construcción de más baños, porque eso aumentaría el riesgo de filtración a los acuíferos.
Sin embargo, dijo que puede regularse la estadía de los visitantes, que no debería sobrepasar las 12 horas y, para no afectar la economía de los lugareños, es posible ajustar el costo de las entradas. “Es necesario regular y medir la sobrecarga para hacer sostenible el lugar”, insistió. Santibáñez agregó que su organización gestionó acercamientos entre los pobladores de Aguas Calientes y la universidad estatal, para impulsar acciones de mejoramiento del área.
Medidas
Nelson Dorado, cacique de Aguas Calientes, declaró a los medios locales que, tras el informe sobre la supuesta contaminación, hubo un bajón en la afluencia de visitantes, pero ahora que el asunto ha sido aclarado, esperan que el turismo se vuelva a reactivar.
Aseguró que están dispuestos a trabajar con las autoridades para un mejor cuidado del lugar, y que están pensando normar la atención en Los hervores, evitando que la gente pernocte en el lugar.
Vía: EL DEBER