viernes, abril 11
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Mujer de pollera empoderada: Elena compitió en ‘trail running’ como preparación para escalar el Everest

Elena Quispe, Cholita Escaladora. Foto: Ultra Trail Codo de los Andes
Elena Quispe, Cholita Escaladora. Foto: Ultra Trail Codo de los Andes

A Elena Quispe le gustan los retos. Aunque las carreras no forman parte de su actividad cotidiana, a invitación de un amigo, decidió apuntarse al Ultra Trail Codo de los Andes, una carrera que servía como clasificación al Mundial de Trail Running en Austria 2023, y que se realizó el pasado 5 de marzo en Samaipata. Pero Elena no buscaba ganar, sino entrenarse, porque ya empezó su preparación para cumplir una nueva metaescalar el Everest.

Después de haber logrado ascender hasta la cima del Aconcagua, en 2019, junto a su grupo de las Cholitas Escaladoras, subir al Everest es el nuevo objetivo. Elena cuenta que planean hacerlo en 2024, pero que la preparación debe empezar un año antes. Por eso subirán el Ojos del Salado, la segunda montaña más alta de Sudamérica; deben ejercitarse, escalar y fortalecer su resistencia. El plan es que cinco de las 14 Cholitas Escaladoras hagan el viaje, pero para ello necesitan financiamiento; Elena dice que lo pedirán a empresas y a autoridades. Esperan que, al menos, se logren conseguir los recursos para tres Cholitas Escaladoras, el equipo humano mínimo necesario para escalar.

En Samaipata, Elena se enfrentó a condiciones a las que no está acostumbrada, como el terreno y el clima, pero también que debía correr y no escalar. Además había una diferencia muy grande en relación con lo que ella normalmente hace: al ser una competencia, debía moverse con prisa y ella disfruta cada escalada que realiza. Le encanta admirar el paisaje, detenerse a apreciar la naturaleza. Elena ríe y confiesa que por mirar un poco a su alrededor y tomar algunas fotos, se atrasó en la carrera. “¿Esto es una carrera o puedo disfrutar el paisaje?”, cuenta que se preguntaba. Si bien llegó en quinto lugar, Elena no se da por vencida. Ya está programando prepararse mejor para participar el próximo año. “¡No me voy a rendir!”, expresa.

Desde 2015, Elena comenzó la travesía de escalar. La primera montaña que escaló fue el Huayna Potosí. Confiesa que fue un poco difícil, porque estaba aprendiendo a usar el equipo de montaña, a ‘grampear’ y señala que las botas eran rígidas, lo que dificultaba su movilidad. Después hizo un curso básico y las siguientes montañas que ascendió ya no implicaron dificultad.

Pero la experiencia que guarda “en su corazón” es su ascenso al Aconcagua. El hecho de que hubieran filmado un documental -Cholitas- sobre ese viaje, la cambió. Elena cuenta que era muy tímida, y que tenían cámaras delante y detrás de ellas; pero al término del viaje, todo había cambiado. “He perdido el miedo”, afirma.

“El Aconcagua parecía que tenía varias montañas para escalar, y yo veía las montañas que tenía en sus alrededores… parecían colores pintados… bonito, hermoso el paisaje. Así yo (lo) he disfrutado y siempre (lo) llevo en mi corazón. ¡Qué bonito recuerdo, realmente!”, narra.

Elena Quispe y las Cholitas Escaladoras salen a trotar, siempre cuidan su estado físico; pero también escalan y lo hacen con turistas, como un trabajo. Ofrecen sus servicios como guías. Anima a las personas a escalar, sobre todo a las bolivianas. Señala que hay que disfrutar de las montañas del país, que es algo que hacen los extranjeros. También hace referencia al deshielo que va dejando sin nieve las montañas bolivianas.

“Decirles pues que se animen, porque también ya se están acabando los glaciares y las nieves también (…), que aprovechen lo más antes posible. Los extranjeros cuando vienen, por ejemplo, aquí, a Bolivia, ellos son los que disfrutan de nuestras montañas”.

Y también cuenta lo que ella siente cuando está en las alturas:

“A todas las personas (les digo) que disfruten, que escalen. Una vez que van a escalar una montaña, (van a) llegar a unos 6.000 m, yo sé que se van a sentir muy felices; sé que ahí van a ver cómo se sienten encima de la cumbre, como si estuvieran volando y las nubes están abajo… todo eso es muy lindo. (Quiero) Decirles que se animen, que no se queden con el sueño, hay que seguir, hay que seguir luchando y así también rompiendo las barreras, los estereotipos”.

Por ello deja su número telefónico de contacto (671-11774), por si alguien quiere aventurarse a ascender una montaña en el país, acompañado por las Cholitas Escaladoras; o si quiere apoyarlas económicamente para que cumplan su nuevo reto de escalar el Everest.

El Deber

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