“La manera de empezar es dejar de hablar y empezar a hacer”, dijo Walt Disney, guionista y productor de cine, hace más de medio siglo. El empresario no se equivocó porque, muchas veces, el camino del emprendimiento puede ser difícil, lleno de obstáculos o en solitario, pero si no se lo hace, nunca se sabrá si pudo haber sido exitoso.
Jesika Ajata, joven emprendedora paceña y creadora de la marca Warmi Empollerada, puede dar fe de ello. Su iniciativa ofrece una experiencia de turismo cultural y que conecta a mujeres que quieren “empollerarse”.
Warmi Empollerada es un servicio que relaciona a mujeres que desean cumplir el sueño de personificar a la mujer de pollera, ya sea por un día, una semana o por una actividad específica. Ajata encontró su nicho de mercado en la oferta de este servicio donde la chola paceña o, al menos, su vestimenta, es la protagonista.
“Brindamos un servicio y son muchas áreas las que están involucradas, porque primero hay que escoger los destinos de turismo cultural, la vestimenta, identificar qué mujeres van a participar o prever el impacto que va a tener la actividad, entre muchos otros aspectos que se deben planificar”, puntualiza la creadora, quien es licenciada en Turismo.
Chola paceña empoderada
La mujer de pollera empoderada siempre llama la atención. El pasado viernes 10 de febrero, durante la entrega de capital semilla a 10 emprendedores bolivianos que participaron en la primera versión del “Impulsamos Bolivia”, todas las miradas de los asistentes se posaron en la joven empresaria cuando ingresó al salón ataviada como chola paceña.
Una pollera y manta rojas, un juego llamativo de aretes, prendedor y el topo de plata en el sombrero captaron los lentes de las cámaras de los periodistas que realizaban la cobertura del evento.
Warmi Empollerada es una idea de negocio que nació en 2019 y que se consolidó este año, luego de obtener el segundo lugar del premio otorgado por el Instituto de la Mujer & Empresa (IME), en el marco del Programa Nacional de Incubación “Impulsamos Bolivia”.
“Mi emprendimiento nació después que le regalé una sesión de fotografías a mi mamá y me di cuenta del impacto que causa la vestimenta de la chola paceña (…). Ahí me dije que quiero que más mujeres se sientan como ella”, relata Ajata.
El emprendimiento ofrece una experiencia de turismo cultural que conecta a mujeres que nunca se han vestido de pollera con otras que tienen las mismas historias, los mismos sueños y que quieren empollerarse, no solo empoderarse, asegura la emprendedora.
En Warmi Empollerada, además de la planificación de los paseos turísticos, se diseñan y elaboran las polleras, las enaguas y las mantas de chola, mientras que los sombreros, las joyas, los zapatos y otros detalles son trabajados con artesanos diestros en esos oficios. “Hay una persona que hace las joyas, otra que hace los sombreros, otra que hace los zapatos. Nosotros, específicamente, nos encargamos de las mantas, los centros, la pollera”, aclara Ajata.
Lo cierto es que “lo que hace a la chola paceña no es la ropa como tal sino la persona”, asevera Ajata, a tiempo de agregar que en Bolivia no es fácil ser emprendedora porque hay muchas puertas que se cierran, pero que “también hay otras que se abren y creen en tus ideas (…). Por más loca que sea tu idea, te apoyan”.
Ajata aclara que su emprendimiento es un espacio en el que las mujeres pueden conectarse entre ellas o ser parte de talleres prácticos de capacitación donde se refuerza su crecimiento personal y autoestima. “No solo es una experiencia de un fin de semana, aunque le llamemos cholita por un día (…)”, dice.
Warmi Empollerada recibió capital semilla del Instituto de la Mujer & Empresa – IME de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, en alianza con Bridge For Billions, una organización internacional líder en programas de incubación internacional, y con el apoyo de PESLATAM, entidad dedicada a promover el emprendimiento social en América Latina y el Caribe, además de Actívate Sucre y EmprendeBo con quienes se trabajó de forma colaborativa para llevar adelante el programa.
Durante cuatro meses, el programa “Impulsamos Bolivia” formó y capacitó a 30 emprendedores de La Paz, Santa Cruz, El Alto, Cochabamba y Sucre. Se trabajaron temas como propuesta de valor, mapa de competidores, mapa de grupos de interés, modelos de negocio y marketing, precio y viabilidad del negocio, proyecciones financieras, plan de impacto y de crecimiento, entre otros.
Los programas de incubación son aquellos que dan apoyo a los negocios e ideas de negocio en sus etapas iniciales para que se desarrollen, se fortalezcan y crezcan.
ElDeber