martes, noviembre 26
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La fiesta de San Roque de Tarija recibirá la visita de representantes de la UNESCO

La Fiesta Grande de San Roque, una de las celebraciones más emblemáticas de Tarija, contará este año con la presencia de representantes de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Omar Flores, miembro del comité organizador del evento, confirmó la visita y detalló que los funcionarios evaluarán el desarrollo de la festividad para asegurar su conformidad con los estándares internacionales.

Aunque la fecha exacta de la visita aún no ha sido confirmada, Flores explicó que esta evaluación tiene como objetivo observar la organización y el desarrollo de la Fiesta Grande. «La visita será una evaluación de cómo se está desarrollando la fiesta» declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, señaló a PlusTLT.

El comité organizador recomienda mantener la disciplina y el orden durante la celebración, que congrega a aproximadamente 10.000 devotos, incluidos chunchos, cañeros, tamboreros, quenilleros y alfereces. La gestión pasada, el evento contó con la participación de 8.600 chunchos, junto a 600 quenilleros y tamboreros, así como numerosos cañeros y alfereces, muchos de los cuales son mujeres.

La Fiesta Grande de San Roque fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 14 de diciembre de 2021. Este evento, que se celebra anualmente en agosto y septiembre, combina procesiones religiosas, festivales de música, bailes, competiciones y fuegos artificiales en honor a San Roque. Su origen se remonta a la época de la colonización española, cuando los habitantes de Tarija realizaban rogativas para protegerse de epidemias y enfermedades.

La celebración destaca por su carácter religioso y festivo, con procesiones que recorren y visitan las principales calles e iglesias de la ciudad,  manifestaciones de fe mediante plegarias, cánticos, músicas y bailes. Los participantes, ataviados con vistosa vestimenta tales como turbante, pañoleta, ponchos, velo, pollerín de los chunchos, o la tradiional camisa chapaca de los tamboreros y quenilleros que interpretan música y danzas mientras los vecinos adornan los templos y calles y organizan actividades culturales y deportivas.

Esta es una de las pocas o únicas fiestas religiosas que se practica con una estricta abstinencia de bebidas alcohólicas. 

Vía: El País

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