La fusión de arte y tradición ha encontrado un hogar vibrante en La Paz, Bolivia. El reconocido artista aymara Roberto Mamani Mamani, junto con un grupo de cholitas luchadoras, ha transformado una histórica mansión colonial en un centro cultural. Juntos celebran la rica herencia de Bolivia con arte colorido, espectáculos de lucha tradicional y un poderoso mensaje de empoderamiento.
Un Lugar Histórico Encuentra el Brillo Aymara
Ubicado en la calle Jaén, una de las más emblemáticas y ricas en historia de La Paz, el Centro Cultural Mamani Mamani se ha convertido en un faro de la cultura boliviana. Conocida por sus icónicos museos y su encanto místico, esta calle ahora alberga la vibrante intersección del arte tradicional aymara y el singular deporte de la lucha de cholitas.
Mamani Mamani, celebrado mundialmente por sus audaces y coloridas representaciones de la vida aymara, ha transformado esta mansión colonial en un espacio dinámico que incluye una galería, una tienda, un pub y una variedad de clases de pintura, danza y otras expresiones artísticas. Con el lema “Toda la energía de los Andes” como inspiración, Mamani Mamani buscó algo único para atraer a los muchos turistas que recorren la calle Jaén.
Encontró el complemento perfecto en las cholitas luchadoras, un grupo de mujeres indígenas aymaras que llevan más de 20 años realizando combates de lucha. Su energía vibrante y auténtico espíritu cultural se alineaban perfectamente con la visión de Mamani Mamani para el centro. “Este lugar necesitaba algo que fascinara a los visitantes,” comentó Mamani Mamani. “Las cholitas nos dijeron: ‘Queremos actuar aquí porque este lugar es fantástico.’”
Lucha de Cholitas: Tradición e Innovación
La lucha de cholitas, conocida entre los visitantes extranjeros como “wrestling cholitas,” se originó en El Alto, la bulliciosa ciudad vecina de La Paz, a principios del siglo XXI. Estas presentaciones combinan la teatralidad energética de la lucha libre con el estilo cultural de las mujeres indígenas bolivianas, quienes luchan vistiendo polleras (faldas amplias), blusas y mantas tradicionales.
En el Centro Cultural Mamani Mamani, estas presentaciones han cobrado nueva vida. Lideradas por Veraluz Cortez, conocida en el ring como Yolanda “La Amorosa,” el grupo incluye a su hermana Raquel Cortez, Sarita “La Romántica,” y otras ocho mujeres. Realizan espectáculos regularmente de viernes a domingo, atrayendo a locales y turistas por igual.
“Nos estamos dando a conocer a más personas, no solo a quienes pasan por aquí, sino también a través de agencias de turismo que nos ayudan a difundirlo,” comentó Yolanda. “Ahora las luchadoras cholitas están innovando nuevas ideas dentro de la Fundación Mamani Mamani.”
Los espectáculos combinan deporte y espectáculo a partes iguales. En la entrada del centro, un maniquí vestido con atuendo de cholita y una máscara de lucha libre da la bienvenida a los visitantes. Un cartel diseñado por Mamani anuncia el espectáculo “Cholitas Wrestling Show.” Para atraer público, las cholitas suelen posar para fotos con los turistas, incluso levantándolos como en el clásico estilo de lucha libre.
Dentro del centro, la acción tiene lugar en un patio rodeado de antiguos arcos y balcones. Las luchadoras entran con dramatismo, bailando al ritmo de música folclórica boliviana e invitando al público a unirse. Los visitantes animan desde los balcones mientras las cholitas realizan un emocionante espectáculo que mezcla habilidad atlética con orgullo cultural.
El Arte del Empoderamiento
Para Mamani Mamani, la colaboración con las cholitas es profundamente personal. “Mi madre y mi abuela usaban polleras,” dijo. “Esta conexión con las mujeres es importante para mí. La mayoría de mis series de arte están dedicadas a las mujeres, por lo que abrir las puertas y apoyar a estas increíbles mujeres se siente natural.”
El artista está trabajando en una nueva serie de pinturas dedicadas a las cholitas luchadoras, un proyecto que planea revelar en 2025 como parte de las celebraciones del bicentenario de Bolivia. Estas obras celebrarán el poder, la resiliencia, el dinamismo y la importancia cultural de estas mujeres.
Mamani Mamani acompaña a las cholitas en sus presentaciones, tomándose fotos con el público y firmando autógrafos. Su presencia refuerza el objetivo del centro: consagrar la cultura boliviana a través del arte y la tradición.
Para las cholitas, la lucha también es una forma de empoderamiento. Para Yolanda y sus hermanas, la lucha es más que entretenimiento: es una manera de honrar su herencia y desafiar estereotipos. “Queremos mostrarle al mundo que las cholitas pueden hacer cualquier cosa,” afirmó.
Un Legado Cultural en Construcción
A medida que Bolivia se acerca a los 200 años de independencia, el Centro Cultural Mamani Mamani y sus cholitas luchadoras muestran sus ricas tradiciones y espíritu visionario. El centro es un orgullo por su abrazo al arte y la performance tradicional aymara, además de su papel en fomentar la creatividad y el empoderamiento.
La mezcla de arte y lucha ha capturado la imaginación de visitantes internacionales. Muchos probablemente se van con un nuevo respeto por las tradiciones únicas de Bolivia. “Cada espectáculo celebra quiénes somos como bolivianos,” dijo Mamani Mamani. “Se trata de compartir nuestra cultura con el mundo.”
El Centro Cultural Mamani Mamani planea futuras exposiciones, presentaciones y actividades de divulgación. Su longevidad es un testimonio del poder del arte y la tradición para mover, unir y preservar un legado que seguramente perdurará por generaciones.
Vía: Latinamericanpots