
Preste Mayor Periódico Digital.— A tan solo 40 minutos del centro de La Paz, entre montañas imponentes, ríos cristalinos y caminos que parecen suspendidos entre la neblina y el cielo, se encuentra Hampaturi, un rincón mágico donde la naturaleza y la historia se abrazan.
Este lugar no solo es un refugio para los amantes del ecoturismo y la fotografía, sino también una joya poco explorada del patrimonio paceño.
Las cascadas de Hampaturi: una sinfonía de agua y roca

Uno de los mayores atractivos de este destino son, sin duda, sus impresionantes cascadas. A lo largo del recorrido hacia el corazón de Hampaturi, el visitante se encuentra con saltos de agua que emergen desde lo alto de los cerros, formando pozas naturales y dibujando senderos líquidos entre las piedras.

En temporada de lluvias, estas caídas crecen en intensidad, ofreciendo un espectáculo visual y sonoro que invita al descanso, la contemplación y la conexión con la Pachamama.
Son lugares ideales para un picnic, una caminata con amigos o simplemente para detenerse y respirar aire puro. Las cascadas son también un punto de encuentro para los comunarios y turistas que buscan renovar energías y vivir una experiencia que va más allá de lo cotidiano.

La represa de Hampaturi: fuente de vida para la ciudad
Al continuar el camino hacia las alturas, se llega a la represa de Hampaturi, uno de los embalses más importantes del sistema de agua potable que abastece a la ciudad de La Paz.

Rodeada de vegetación nativa y vigilada por cumbres andinas, la represa no solo es un lugar estratégico en términos hídricos, sino también un espejo de agua sereno que contrasta con el vértigo de las cascadas.
Desde su mirador natural, es posible observar aves andinas, alpacas pastando a lo lejos y, en días despejados, el majestuoso Illimani asomando entre las nubes.

Es un sitio ideal para conocer más sobre la importancia del agua en la vida urbana y cómo se relaciona con los ecosistemas que la generan.
El ingreso a la ex mina Solución: testimonio de la historia minera paceña

Hampaturi también guarda vestigios del pasado industrial de Bolivia. Muy cerca del área de las cascadas y la represa, se encuentra el ingreso a la ex mina Solución, un sitio de interés histórico que recuerda la época en que decenas de trabajadores extraían minerales en condiciones extremas.

Aunque actualmente no está en funcionamiento, su presencia conserva un aire de misterio y testimonio silencioso de las luchas laborales, la explotación de recursos y la vida dura en los campamentos mineros.

Hoy en día, algunos comunarios y guías locales ofrecen recorridos por el entorno de la mina, relatando historias, leyendas y anécdotas que conectan el presente turístico con el pasado obrero de la región.

Un destino para todos los sentidos
Visitar Hampaturi no es solo hacer una caminata, sino abrirse a una experiencia que combina naturaleza, cultura, memoria y espiritualidad.

Es un espacio para desconectarse del bullicio urbano y reencontrarse con la esencia de la tierra. Sus cascadas son un canto al agua, su represa una promesa de sostenibilidad, y su mina, una lección de historia que no debe olvidarse.
El municipio, junto con organizaciones locales, promueve el turismo responsable en la zona, e invita a todos los visitantes a respetar el entorno, no dejar basura y cuidar este patrimonio que pertenece a todos los bolivianos.

Hampaturi es uno de esos lugares que, una vez visitado, se queda en el alma. Una joya escondida que merece ser descubierta, celebrada y protegida.
