Los “músicos de bronce” quieren retomar el protagonismo en el Festival de Bandas de Oruro. Por eso determinaron que en 2024 no habrá grupos ni artistas invitados en la actividad que se realizará el 3 de febrero en su vigésima segunda versión.
La decisión, tomada luego de varias reuniones de los representantes de la Federación Departamental de Bandas de Músicos y Profesionales de Oruro (Fedebampo), tiene que ver con retomar el protagonismo y resaltar sus capacidades artísticas, también en la coreografía y el canto.
El presidente de la Fedebampo, Franklin Challapa, explicó a La Razón que, desde la incursión de los grupos invitados al festival, los músicos de las bandas quedaron «en segundo plano» y sin mostrar sus habilidades en la interpretación de sus instrumentos, aspectos evaluados para tomar la decisión.
“El objetivo del festival de bandas ha sido mostrar al mundo entero el arte de los músicos de bronce. Entonces queremos retomar aquello, nuestro gran repertorio de la música nacional folklórica y nuestra devoción a la mamita del Socavón”, dijo el dirigente.
Para el festival de 2024 está garantizada la participación de más de 6.000 músicos de más de 80 bandas.
Resaltó que entre los músicos de las bandas también se cuenta con importantes valores en el canto. Serán ellos quienes interpretarán las canciones elegidas para la ocasión.
Otro aspecto que anunció Challapa es que dejarán la vestimenta rojo, amarillo y verde y la cambiarán por la que le caracteriza a cada banda.
Challapa señaló que, sin embargo, luego de la actividad central, cada banda hará la tradicional demostración individual. En esta actividad que se realiza luego del festival, las bandas sí podrán invitar a grupos o cantantes.
“Hasta el 15 de enero daremos a conocer qué artistas o grupos estarán invitados. Cada banda tiene 45 minutos para la demostración. Estimamos que al año la actividad, que empezará a las 13.00, se extienda hasta las 03.00 del día domingo 4 de febrero”, detalló.
RECUPERACIÓN DEL ALBA
Luego de una década de distorsión en la actividad denominada “El Alba” (saludo a la estrella de la mañana), otra acción que realizará la Fedebampo en coordinación con el Ministerio de Culturas esla recuperación de la actividad.
Desde hace décadas, la actividad, que consiste en que varias bandas interpretan su música en el atrio del Templo del Socavón en la madrugada del domingo de carnaval, se fue uniendo con las costumbres católicas, pero fue desapareciendo porque el horario del ingreso de los conjuntos folklóricos se extendió también hasta la madrugada.
“Luego de las fiestas de fin de año, vamos a hacer el lanzamiento de la recuperación del Alba con el apoyo del Ministerio de Culturas. Como músicos consideramos una actividad importante porque es una tradición de muchos años que también atrae al turismo”, enfatizó Challapa.
DIRECCIÓN
Por tercer año consecutivo, una mujer dirigirá el Festival de Bandas. Ella es Vanessa Zenteno Cuizara, directora de la Banda Femenina Candelaria.
Ella estará acompañada por otros cuatro representantes de las bandas Espectacular Bolivia, Pendeks Band, Banda Unión Pagador y la Banda Espectacular Poopó.
Para Vanessa, dirigir a más de 6.000 músicos es un reto; sin embargo dijo estar preparada por la vasta experiencia y trayectoria en el campo de la música.
“Agradezco que hayan valorado mi experiencia en la música. Para mí es una gran responsabilidad dirigir el Festival de Bandas’, dijo la directora a La Razón.
Para postularse a la dirección del festival, los músicos presentan sus propuestas musicales al directorio de la Fedebampo para que sean consideradas, tanto en la temática como en la interpretación para el día del evento.
En este caso, Vanessa expuso su trabajo enmarcado en la defensa de la Madre Tierra. Propuso interpretar, el día del evento, los temas Earth Song del extinto Michael Jackson. También Pachamama de Savia Andina y “Ch’uwa Yaku Kawsaypuni” (Agua de lluvia que vive) de Luzmila Carpio.
De profesión odontóloga, la orureña creó el grupo folklórico “Claridad” hace 25 años y hace ocho fundó la Banda Femenina Candelaria, convirtiéndose en la primera banda de música de Bolivia compuesta por mujeres.
Via: La Razón