
La virreina internacional del Café 2025 ya está en casa. Fabiane Valdivia es la joven boliviana que representó al país en el certamen internacional realizado en Colombia. La modelo, diseñadora de modas y emprendedora compartió con La Revista detalles de su experiencia, sus raíces y su visión de lo que significa representar a Bolivia ante el mundo.
Con voz firme pero dulce, asegura que este título no le pertenece solo a ella, sino a toda Bolivia. “El apoyo de la gente fue increíble. Escuchar ‘Bolivia, Bolivia’ desde las gradas me hizo sentir ganadora desde antes de la coronación”, recuerda. A continuación, compartimos la entrevista con esta embajadora del talento y el café boliviano:
– ¿Cómo viviste la experiencia de representar a Bolivia en un certamen tan importante como el Reinado Internacional del Café?
– Definitivamente fue una experiencia inolvidable. Fueron ocho días intensos, con actividades muy exigentes, pero también llenos de cultura, tradición y aprendizaje. Estaba tan emocionada que el cansancio no se sentía. La adrenalina me acompañaba todo el tiempo. Quería vivir cada segundo del concurso al máximo, y lo hice. Al final, tenía emociones encontradas: quería volver a casa con la corona, pero también deseaba seguir viviendo esa aventura tan hermosa.
– ¿Qué representa para ti esta corona de virreina internacional del café?
– Este logro significa muchísimo. Representa el esfuerzo, la constancia y la preparación que implica ser una reina. No se trata solo de belleza, sino de ir con conocimiento, con respeto por tu país y con ganas de compartir. Esta corona es el resultado de llevar el nombre de Bolivia con orgullo y demostrar que somos productores de café de excelencia, con una cultura rica y una biodiversidad increíble. Para mí, este título es un logro colectivo. No lo conseguí sola, lo hice con el apoyo de muchas personas.
– ¿Cómo fue tu conexión con la cultura cafetalera durante el certamen?
– Antes de viajar, visité Caranavi, la capital del café boliviano, y también estuve en Coroico. La alcaldía de Caranavi me recibió con los brazos abiertos. Eso me permitió aprender mucho más sobre nuestra producción y fortalecer mi discurso en el certamen. Bolivia produce café a 1.600 metros sobre el nivel del mar, y eso nos posiciona como una región privilegiada. Bolivia tiene con qué demostrar que tiene un café de excelencia. Allá, en Colombia, pude compartir este conocimiento con los representantes de los otros 25 países. El café es un símbolo de unión, de cultura y de tradición.
– En el certamen, también destacaste por tus trajes. Cuéntanos más sobre ellos.
– Todos los trajes que lucí fueron diseñados y confeccionados por mí. Soy diseñadora de modas, además de egresada de Derecho y empresaria con mi cafetería. Para la noche final, presenté un vestido que llamé La Esmeralda de los Andes, que representa la unión entre Bolivia y Colombia. La esmeralda es una piedra muy importante en Colombia, y nosotros tenemos una riqueza mineral enorme, por eso, combiné tonos esmeralda con plateado, como símbolo de hermandad. También mostré un traje típico con nuestra tricolor: rojo, amarillo y verde. Me sentí muy orgullosa de llevar nuestros colores al mundo.
– ¿Cómo fue la respuesta del público en Colombia?
– Increíble, me sentí muy querida. En los videos se puede ver cómo el público gritaba “Bolivia, Bolivia” con tanta fuerza que me emocioné. Yo siempre traté de ser yo misma, mostrar cómo somos los bolivianos: gente alegre, hospitalarios, agradecidos, amables. El agradecimiento te abre muchas puertas, te lleva lejos y creo que eso es lo que podemos demostrar.
– Tu proyecto de cafetería también ha tenido protagonismo. ¿Cómo surgió esa idea?
– Yo soy una mujer apasionada por dos cosas: por mi país y por el café. Siempre me ha encantado el café, creo que es un símbolo de unión, un símbolo de esperanza. Más allá de ser un producto, es una experiencia que une fronteras. Yo soy de las que toma cinco o seis tazas al día, ¡imagínate mi felicidad en Colombia!
Además de diseñadora y egresada de Derecho, soy emprendedora. Abrir mi cafetería fue un reto grande. El ser joven empresaria me fue un poco difícil al comienzo, pero ya está lista.
– ¿Qué planes tienes ahora? ¿Volverás a los certámenes de belleza?
– Soy una persona que cree que Dios tiene todo bajo control y trato de no organizar nada. Hace poco, no imaginaba regresar a los certámenes ni abrir una cafetería. Pensaba que iba a dedicarme únicamente a mi carrera de Derecho. Pero la vida te sorprende. Creo que los tiempos de Dios son perfectos y que él tiene todo el control. Veremos que me depare el futuro. Tal vez en el futuro participe en otro certamen internacional o tal vez me enfoque más en mi emprendimiento.
También sigo creciendo como diseñadora, ya he tenido la oportunidad de vestir a mis compatriotas en reinados internacionales. Entonces, cada vez mi nombre como diseñadora está sonando más. Soy una mujer bastante arriesgada, lo que venga, lo que Dios me diga, lo recibiré con fe y entusiasmo.
-Un mensaje final para los bolivianos que te acompañaron en esta experiencia.
– Gracias. Este logro no es solo mío, es de todos ustedes, de todos los bolivianos, de todas las personas que están presentes apoyando a Bolivia. No se olviden que Bolivia es una nación, somos uno, todas y todos tenemos que apoyarnos en las distintas áreas, en los distintos rubros, en los deportes, en los reinados de belleza, en todo lo que tenga que ver con el arte. Tenemos que apoyarnos, tenemos que ser un país unido y demostrar que la unión hace la fuerza.
Via: Los Tiempos