Por: Preste Mayor – Periódico Digital
En el corazón de Bolivia, el tronar de cohetillos al mediodía no es señal de alarma, sino el preludio de una de las festividades más coloridas y alegres del país: el Jueves de Comadres, una celebración que, junto a la devoción a la Virgen de Lourdes, teje un tapestry de tradición, amistad y esperanza en los mercados bolivianos.
La jornada comienza en los mercados, centros neurálgicos de la vida cotidiana y cultural en Bolivia, donde las comerciantes, guardianas de tradiciones y sabores, engalanan sus puestos con serpentinas, globos y flores. Este acto, más allá de su estética festiva, lleva consigo un pedido profundo de unidad, paz y tranquilidad, fundamentales para el desarrollo de su labor diaria.
Homenaje a «La Patrona de las Comadres»
La Virgen de Lourdes, conocida afectuosamente como «la patrona de las comadres», recibe actos religiosos que marcan el inicio oficial de la festividad. Estos rituales, cargados de fe y devoción, ceden el paso a un ambiente de júbilo que se extiende por los mercados. La presencia de bandas, mariachis y amplificaciones, junto a las lluvias dispersas que caracterizan la época, configuran un escenario donde lo sagrado y lo profano se encuentran en una danza de celebración.
El Puchero: Sabor de la Fiesta
El puchero, plato típico de la gastronomía boliviana asociado a esta festividad, complementa la celebración, ofreciendo no solo un deleite al paladar sino también un motivo de reunión y compartición. Este platillo, rico en sabores y texturas, simboliza la abundancia y la alegría de compartir, elementos esenciales del Jueves de Comadres.
Celebración Nocturna
Con la llegada de la noche, las comadres, protagonistas de esta fiesta, extienden sus lazos de amistad más allá de los mercados, hacia locales en el centro y norte, donde la música, el baile y la risa son los lenguajes universales.
El Jueves de Comadres en Bolivia es una expresión viva de cómo la cultura, la fe y la comunidad pueden entrelazarse para crear eventos de significado profundo.
Esta festividad no solo honra las relaciones de compadrazgo sino que también invita a la sociedad a reflexionar sobre valores como la amistad, la solidaridad y la esperanza en tiempos de incertidumbre.
En cada risa, cada danza y cada oración, el Jueves de Comadres revela el alma vibrante de Bolivia, un país donde la tradición se celebra con el corazón abierto y la mirada puesta en un futuro de paz y unidad.