El Carnaval ya se siente en La Paz. Desde disfraces del personaje “Merlina” hasta los clásicos pepinos son ofertados en la populosa calle Illampu, de la zona El Rosario de La Paz, donde los comerciantes han preparado todo lo necesario para esta celebración.
“Más que todo para los colegios están buscando disfraces especiales, quieren de un solo modelo. En los colegios van a hacer su farándula el viernes, entonces para eso están buscando; para un curso quieren de puro Mario Bross, para otro de Luigi, de pepinos y piratas, para las niñas estás llevando disfraz de Merlina”, dijo a La Razón la secretaria de Relaciones de la Asociación de Comerciantes y Artesanos en Cotillón de la calle Illampu, Angélica Chuquimia.
Los disfraces del juguetón pepino están elaborados con tela colorida e impermeable, su costo oscila entre Bs 35 para niños y Bs 70 para adultos.
“Como cada año no pueden faltar los pepinos del Bolívar o del Tigre, también están llevando con los colores de La Paz. No hay mucha venta, pero seguro que antes del fin de semana van a volver los caseros”, explicó la comerciante Romina Pacosillo.
DISFRACES
Una máscara divertida acompaña muy bien al traje de pepino; este año la novedad llegó con las caretas de plástico iluminadas con luces led, desde Bs 15 y las de goma con figuras de personajes, desde Bs 35.
“Más están saliendo las máscaras de goma de lobos, Venom. A 50 bolivianos (cuestan los) de pura goma, tenemos máscaras de plástico los tradicionales de personajes de Minions y figuras de animé a 10 bolivianos”, explicó Brita Fernández, otra vendedora.
Para quienes buscan una alternativa a las máscaras, las opciones son coloridos sombreros como los que elabora Wendy Villanueva junto a su familia. “Los sombreros tenemos por unidad desde 25 y 35 bolivianos. Llevan para el corso de los niños y la entrada de pepinos, todo es elaborado por nosotros; más de mes y medio hemos trabajado. Hemos hecho por color a 50 unidades, son 12 colores que tenemos a disposición”, señaló Villanueva a La Razón.
Fotos: Pedro Luna.
La mayoría de los disfraces son elaborados por los artesanos y otro porcentaje menor es importado. Son comercializados a precios económicos, señaló Miguel Cruz, desde su tienda de cotillones del citado sector.
“Para Carnaval de todo un poco sale. Tenemos disfraces desde los 70 bolivianos hasta los superhéroes acolchados que están de 130 a 150 bolivianos; hay también de Merlina, de la película, está a 130 bolivianos, más su peluca 160; para niños hay desde 40 bolivianos, según el material”, dijo Cruz.
CARNAVAL
La dirigente Chuquimia contó que la elaboración de los disfraces para el Carnaval empieza en enero, más aún tomando en cuenta el retorno a la normalidad después de las restricciones de la pandemia del COVID-19 en las gestiones precedentes.
“Pasa año nuevo y empezamos a trabajar en los disfraces de Carnaval; ahora va a pasar Carnaval y ya trabajaremos para el Día del Niño, después tenemos que trabajar para las fechas festivas, se viene Halloween y así trabajamos todo el año, queremos recuperar lo que hemos perdido con el coronavirus”, explicó Chuquimia.
Las tradiciones no están completas en Carnaval sin las ch’allas. Lo que no puede faltar para el Martes de Ch’alla son los adornos para las puertas de los domicilios, pequeños pepinos, cholitas, kantutas, media lunas y otros que se venden por docena y unidad de acuerdo con la demanda, señaló Juana Quispe, quien se dedica a esa labor por ya 37 años.
“Nosotros elaboramos los adornitos, hay de todo para que vengan a comprar los clientes desde los 10 bolivianos las cholitas pequeñas, los pepinos 120 la docena, depende del tamaño y la calidad que se hace”, dijo Quispe, mientras realizaba a mano un adorno para vehículo que tiene un costo de Bs 50.
Las comerciantes recomendaron a la población no perder la tradición de ch´allar las oficinas en viernes, en sábado, lunes los negocios y el martes, las casas.
LaRazón