miércoles, noviembre 27
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Con trajes de lujo y corbatas de vicuña, ellos también se lucen en el Gran Poder

“Hay que bailar moreno al año una vez, aunque nos cueste plata. Qué cosas vamos a llevar, cuando nos vamos a morir, cholita paceña”, resuena el coro de una popular morenada de antaño, que funciona muy bien como justificativo de los elevados costos económicos que implica bailar en la Festividad del Señor del Gran Poder. Y cuando se trata de ataviarse y verse lo mejor posible durante el recorrido folklórico, los hombres que participan en la celebración no se quedan detrás de las mujeres.

Tanto quienes bailan como los que tocan en las bandas tienen algunas particularidades a la hora de vestirse y hasta en el momento de peinarse. Luis Gabriel Fernández Ruiz participa hace tres años en la Fraternidad Unión Folklórica y Cultural de Achachis y Morenos Señorial Illimani y participa en la entrada folklórica por devoción a Jesús del Gran Poder. Ante el Tata y la sociedad quiere verse bien.

La cuenta regresiva está activada, pues la entrada es el sábado 3 de junio y, si bien los reflectores se centran en las bailarinas, los hombres han empezado a perder la timidez y mostrar algo de vanidad. Luis tiene todo listo para ese día, explica que en su caso el traje de la preentrada es el mismo que usará en la diana del día siguiente. El joven forma parte de todos los preparativos para los festejos de los 25 años de su fraternidad. Dice que la formalidad es clave para distinguirse entre el resto de danzas pesadas y más de una veintena corresponden a la morenada.

“Vemos qué podemos lucir, los anillos de oro, las esclavas, corbatas, sombrero, manta de vicuña y el disfraz de moreno para la entrada como la pieza central. Cada fraterno se hace hacer a su gusto el modelo. El que más me gusta es el corte clásico: caja lisa y pliegues en la cintura de los pantalones, dos botones en el saquito, atrás con dos aberturas y yo uso ese mismo corte para todo, porque puedes usar en todo tipo de ocasiones. Hay algunos que se ponen gafas, eso también puede ser. Algunos jóvenes pueden tener un peinado más extravagante, pero siempre estamos encasillados en lo formal”, explica el danzante.

En la calle Los Andes, sobre la avenida Buenos Aires de la ciudad de La Paz, hay más de una decena de tiendas, en las cuales familias enteras se dedican al bordado y costura de los trajes. Allí está Pacha Illa, tienda con especialidad en caporales y morenada.

“Ellos bailan por bloques. Los bloques especiales son achachis, superachachis y turrilitos. Cada bloque busca un diseño exclusivo. Desde lentejuelas, brillo, tela tipo piel de lobo o lo que más les guste, pero la mayoría busca que se vea elegante”, explica Ana, joven que atiende afanada la entrevista de Página Siete. En la zona se respira folklore, son casi las ocho de la noche de un día hábil antes del gran evento y muchos danzarines hacen suyas las calles con parlantes y música folklórica a todo volumen. Están ensayando.

“A los caballeros no les gusta que un diseño se repita, entonces los bloques tienen que distinguirse por un modelo y que no tenga nadie más”, adelanta la joven. “Mi papá abrió esta tienda, tenemos una gran tradición y conocidos entre los fraternos. Las hombreras con esponja en los trajes formales ya no están de moda, tampoco tanto la lentejuela, quizás más las perlas”, indica mientras acomoda los maniquíes que lucen sus diseños exclusivos.

$!Luis Fernández con su traje de morenada, el año pasado.

Justamente porque no se pueden copiar los modelos es que no permiten que se tomen fotos en las tiendas. Luis Fernández ya ha pasado por esa fase, la de escoger los disfraces como los trajes. En el primer caso, los flecos pasaron de moda en las faldas anchas y de cartón que forman un turril en el cuerpo de los bailarines. Ahora se prefieren los bordados 3D y colores pasteles, incluso se usan encajes en partes de los diseños.

“Pasa que en Gran Poder hay que lucirse, la danza pesada es para mostrar todo el patrimonio que hay en la morenada, es donde hay que mostrar el patrimonio económico mediante el oro, es para lucirse frente a los compadres. No es como una competencia, pero sí se trata de demostrar el poderío económico de cada pareja y por eso que entre el varón y la mujer tienen que quedar muy bien presentables”, cuenta Luis.

$!Los folkloristas asisten a varias recepciones en el año.

También de la morenada Señorial Ilimani, Roly Quispe lleva cinco años bailando. “Los varones entramos distinto a las mujeres. No queremos vestir prendas que sean de baja calidad. El modelo clásico siempre está de moda, pero no solo es la ropa, también es la apariencia. Antes de bailar obviamente uno debe estar presentable. Algunos varones utilizan gafas o un sombrero, pero no todos”, cuenta el fraterno.

También cuidan su aspecto físico: “Ahora la moda para los varones también es cuidarse el rostro y la piel. Muchos se arreglan las cejas, se quitan las espinillas de la nariz y cuidan el peinado”.

Gran Poder es el acontecimiento cultural más importante de la región. La Alcaldía de La Paz estima que genera más de 160 millones de dólares desde los preparativos, que comenzaron el año pasado, hasta la entrada folklórica de la semana próxima.

La Fiesta Mayor de los Andes es un referente de la cultura nacional, el 11 de diciembre de 2019, la festividad fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Para remarcar el origen de la fiesta, en el último tiempo es común que los trajes tengan bordados con los colores de la bandera boliviana. Es el sello de la cuna del Gran Poder.

Si bien en el último tiempo la moda del vestuario se pintó con distintos colores, hay algunas reglas casi permanentes; por ejemplo, los trajes de los músicos no suelen llevar tonos brillantes y se mantienen en los clásicos diseños oscuros.

El brillo está en la música, en el baile, en los bailarines que se quieren ver impecables. No importa el precio porque, como dice la canción, “para bailar morenada, tienes que tener platita”.

La moda no incomoda

La morenada es la estrella del Gran Poder, pero hay otras danzas que también brillan en la festividad. Y estos bailes se adecúan a los tiempos, es lo que pasa con la kullawada y los tinkus, por ejemplo.

$!Con trajes de lujo y corbatas de vicuña, ellos también se lucen en el Gran Poder

Rosmery Cahuasa lleva más de 40 años dedicada a la moda folklorista. Ella trabaja en la tienda Real Andina, cuya especialidad son los diseños de kullawada. En el aparador tiene algunos de sus diseños con colores brillantes y que en el pasado no estaban vinculados con la danza. “Es según lo que quieren los contratistas, hay quienes quieren incluso ropa nueva y eligen sus colores. Acá tenemos trajes de varón fucsia y morado que van a juego con la ropa de la mujer; ellas por ejemplo tienen blusas y centros de esos colores”.

“Antes era simplemente un pantalón y ahora la gente pide más adornadito”, añade Cahuasa. Y los diseños también son novedosos; por ejemplo, en una de sus prendas está el rostro del guerrillero cubano Ernesto Che Guevara.

$!Esther Mamani / Página Siete

La moda no incomoda y se adapta. Es lo que sucede con los trajes de tinku. “Nosotros hacemos a pedido de los organizadores. En este tiempo estamos implementando la greca (elementos brillosos), los zigzags y ahora es diferente, porque antes era el bordado pura lana. Se ve también bonito, incluso con la bandera boliviana que se hacen confeccionar”, explica Gustavo López, quien comanda su tienda Crisol hace más de 30 años.

$!Esther Mamani / Página Siete

Añade que los modelos de Gran Poder luego suelen ser replicados en Chile y Perú. López cuenta: “Los colores de ahora son brillosos, como amarillo, fucsia, verde limón y anaranjado especialmente para los que entran en la noche. Y los que entran más temprano hay rojo, azul o negro”. Él recuerda que los colores clásicos de la danza son verde y anaranjado.

Confiesa que trabaja casi año redondo para la Fiesta Mayor de los Andes porque una vez pasado el evento de este 2023, él ya alista la versión venidera. Al año tiene su propuesta debe estar renovada para mantener actualizada la danza.

“El modelo clásico siempre está de moda, pero no solo es la ropa, también es la apariencia.”.

Roly Quispe.

“Hay que lucirse, la danza pesada es pa-ra mostrar todo el patrimonio que hay en la morenada”.

Luis Gabriel Fernández

Vía: Página Siete

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