El Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, es una fiesta llena de color, música y baile. Pero detrás de la alegría y la devoción, hay meses de preparación y una gran inversión económica que realizan los bailarines para participar en esta festividad.
Yolyta Mamani Cayo es una bailarina cuya fe a la Virgen de Socavón la mantiene activa desde hace más de dos décadas en esta fiesta. «El hecho de bailar en el Carnaval de Oruro es, aparte de ser una demostración de fe y devoción a la virgen del Socavón, una enorme pasarela donde las distintas fraternidades muestran la riqueza de todas las danzas al mundo”, destaca Yolyta, quien vive en la ciudad de La Paz y se traslada a Oruro los días de Carnaval.
Los preparativos para el Carnaval de Oruro comienzan meses antes, con la organización de las fraternidades y ensayos de los bailes. En noviembre, el primer domingo después de Todosantos, cuando se realiza el primer convite, es el inicio del festejo. Para costear el refrigerio, banda de música y, en algunos casos una fiesta después del evento, que suele ser en un salón, cada participante paga una cuota que oscila entre Bs 100 y Bs 200.
El costo de participar en el Carnaval de Oruro varía según la fraternidad y la danza. Los principales gastos incluyen la cuota de la fraternidad, el traje, los pasajes, el alojamiento y la alimentación para los tres días de carnaval. El valor promedio de un traje es de Bs 2.500, las botas cuestan Bs 500 y el bono Pro Carnaval de Bs 2.000 (para pagar la banda de música los días de carnaval, refrigerio, el último convite y algunas actividades extras).
Es importante destacar que detrás de cada traje está el trabajo laborioso de los artesanos, bordadores, careteros y fabricantes de calzados; quienes trabajan arduamente en sus talleres con meses de anticipación.
Otro gasto importante es el pago de los tres días de alojamiento. Afortunadamente hay una gran demanda, asegura Yolyta, puesto que se puede encontrar paquetes económicos desde 800 hasta Bs 1.500 en alojamientos y residenciales.
El proceso de preparación implica ensayos regulares, siendo algunos muy estrictos y programados todos los fines de semana en Oruro. Yolyta indica que, para aquellos que residen fuera de la ciudad, como en su caso, ir a Oruro implica gastar en pasajes, alojamiento y comida. Esto se traduce en un presupuesto adicional, estimado en un mínimo de Bs 300 por cada ensayo.
El Carnaval de Oruro genera empleos para músicos, bordadores; además de la industria hotelera y del transporte. «Se mueve toda la cadena productiva del departamento, que se ralentiza una semana después y se calma por unos meses hasta que llegue noviembre. El Carnaval de Oruro produce el mayor movimiento económico del departamento», describe Yolyta.
«Cada año nosotros ya tenemos la idea de que el próximo año vamos a participar. Hacemos presupuesto, vamos ahorrando durante todo el año, tengo una alcancía para ello. La Mamita del Socavón así lo quiere. Esto es para mi Carnaval», comparte Yolyta.
Actualmente, Yolyta forma parte del bloque “Huaynas Jumanakampis”, de la Morenada Central , fundada por la Comunidad Cocani. A pocos días del arranque del Carnaval se siente emocionada, no puede evitarlo, pues cada año renueva su fe con mucho sacrificio y dedicación.
Via: El Deber