jueves, octubre 31
Shadow

Toro Toro: un destino mágico de cavernas, cascadas y huellas de dinosaurios

En medio de la oscuridad, la linterna del casco ilumina el camino mientras los turistas se adentran en Umajalanta, la caverna más profunda de Bolivia y de Sudamérica. Situada en el Parque Nacional Toro Toro, al norte de Potosí, este impresionante destino es un tesoro natural. Aunque la cueva se extiende por siete kilómetros, los visitantes realizan un recorrido más corto que dura entre dos y dos horas y media. La aventura incluye caminatas, descensos y ascensos con cuerdas, así como tramos en los que la única opción para avanzar es arrastrarse entre formaciones rocosas.

El recorrido se realiza obligatoriamente con un guía, el cual es de la comunidad y está debidamente formado, por razones de seguridad, quien ofrece una exploración fascinante de la caverna, compuesta por bóvedas, galerías y pasos estrechos. En su interior, se pueden observar formaciones de estalactitas y estalagmitas, algunas con formas sorprendentes, como un sauce llorón, un árbol de Navidad, una sala de conciertos y la representación de la Virgen y el Niño. En la parte más profunda, donde la oscuridad es total, se encuentra una laguna habitada por peces ciegos. Según Luis, uno de los guías locales, no es que carezcan de visión, sino que se han adaptado a la oscuridad del entorno. 

El guía informó que un centímetro de estalactita crece en 25 años, mientras que las estalagmitas tardan entre 30 y 50 años en alcanzar la misma medida, por lo que enfatizan la importancia de cuidar estas formaciones.

Umajalanta, que se traduce del aymara como “agua que cae y se pierde”, es solo uno de los tesoros que se encuentran en el interior del Parque Nacional Toro Toro, una de las 23 áreas protegidas de Bolivia y la segunda de mayor interés a nivel nacional. La ruta turística incluye, además de Umajalanta, otros sitios destacados como la ciudad de Itas, conocida por su formación rocosa que aparenta una ciudadela de piedra con laberintos y cuevas gigantes. 

Llama Chaki, situada entre dos cañadones, y El Vergel, cuyo camino cuenta con 900 gradas, pero el esfuerzo vale la pena, ya que las caídas de agua son impresionantes. El Cañón de Toro Toro ofrece un mirador con un puente que permite apreciar vistas majestuosas, donde, si se tiene suerte, se pueden observar aves como el cóndor en pleno vuelo. 

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El Cementerio de Tortugas, ubicado en la comunidad de Molle Cancha, es un lugar donde se evidencia la evolución geológica y se exhiben fósiles, incluyendo restos de tortugas y cráneos de cocodrilos prehistóricos. Turu Rumi, por su parte, destaca por sus formaciones geológicas de rocas areniscas. Otros espacios turísticos dentro del parque incluyen Siete Vueltas, Chiflon Qaqa, la caverna de P’isqu Warak’ana, Llama Chaki y Carreras Pampa.

Eugenio, guía de la comunidad, recomienda a los turistas adentrarse en el Parque Nacional Toro Toro durante al menos tres o cuatro días para poder visitar la mayor cantidad de sitios incluidos en la ruta. Este viaje ofrece la oportunidad de explorar huellas de dinosaurios, cavernas, cascadas y sitios arqueológicos, paleontológicos y espeleológicos. Además, los visitantes tendrán la oportunidad de admirar la flora y fauna silvestre de la región, donde se encuentran plantas medicinales como el boldo y la wira wira, así como murciélagos en las cavernas.

Eugenio lleva 15 años trabajando como guía y, durante este tiempo, se especializó en el manejo de grupos de turistas. Antes, se desempeñaba como albañil y electricista, y en cualquier ocupación que le permitiera subsistir. Superó numerosas barreras, incluidas las de idioma al interactuar con extranjeros; actualmente, habla inglés, además de quechua y castellano. Disfruta de salir de turismo con personas de otras nacionalidades, ya que considera que aprende mucho de ellos y tiene la oportunidad de practicar sus habilidades lingüísticas.

Tanto Eugenio como Luis son parte de los 120 guías comunitarios de Guiaventura, perteneciente a la Asociación de Guías del Parque Nacional Toro Toro. Se desplazan por el parque con agilidad, como si fueran pumas, saltando de roca en roca. Su amabilidad, facilidad y profundo conocimiento del lugar hacen que llevar a los visitantes a la prehistoria sea una experiencia impresionante.

Muchos de ellos se formaron en el Instituto Charcas, donde, según Carminia Ríos, jefa de la carrera de Turismo, actualmente estudian 36 estudiantes bajo un sistema anual que combina un 70% de práctica y un 30% de teoría. De estos, 12 se graduarán este año. La docente destacó el potencial de Toro Toro, ya que los investigadores que llegan quedan maravillados con los vestigios que allí se encuentran. Además, están explorando nuevos destinos turísticos con el fin de ampliar la oferta y descubrir los secretos y maravillas del lugar.

RUTA DE LOS DINOSAURIOS 

El director de la Mancomunidad de Municipios de la Cuenca del Caine, Eliodoro Uriona, señaló que cuatro departamentos—Cochabamba, Potosí, Sucre y Tarija— forman parte de la “Ruta de los Dinosaurios”. Este recorrido está en proceso de consolidación con el objetivo de visibilizar y promover la paleontología boliviana, así como fomentar el turismo, la investigación y la conservación de los yacimientos paleontológicos del país.

Uriona destacó que la promoción del turismo también genera emprendimientos y dinamiza la economía local. Además, busca ofrecer oportunidades en sus municipios y comunidades para evitar que los jóvenes emigren del campo a la ciudad, especialmente considerando la riqueza natural y cultural existente en la región.

El recorrido inicia en Arbieto—considerada la puerta de la ruta de los dinosaurios—y abarca también Tarata, Anzaldo y Sacabamba, conectando posteriormente con Toro Toro en Potosí, y extendiéndose hacia Sucre y Tarija.

Con esta premisa, la Mancomunidad de Municipios de la Cuenca del Caine, liderada por Eliodoro Uriona, organizó la visita de una delegación de periodistas a Toro Toro con el objetivo de promocionar sus atractivos turísticos. Esta iniciativa se realizó en colaboración con toda la cadena turística y diversas instituciones, incluyendo el Gobierno Autónomo Municipal de Toro Toro, el Parque Nacional Toro Toro, el Sindicato de Transporte Mixto Toro Toro Turístico y el Sindicato Mixto de Transporte 21 de Noviembre. Además, varios hoteles y alojamientos, como Glamping Torotoro, Villa Etelvina, La Familia, Matita, Edén, Samarikuna y Olvido, brindaron acogida a los visitantes. Los restaurantes de las Cabañas Umajalanta en la comunidad de Wayra Q’asa, junto con El Molino y Hostal Restaurante Torotoro, también se unieron a esta actividad, contribuyendo a la promoción de la riqueza cultural y natural de la región.

Via: Opinión

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