Pese a la sequía que azotó al occidente boliviano y las provincias paceñas, más de 20.000 productores rurales y urbanos de La Paz, Oruro y Cochabamba llegaron hasta El Alto para participar en la tradicional Feria de Ramos.
“Es una feria de integración, a la que llegan productores agropecuarios del altiplano, los valles y Yungas. También vienen desde Oruro, Cochabamba, Beni y hasta Perú, de donde traen las ovejas cara negras”, señaló el director de Servicios Municipales e Iniciativas Económicas de la Alcaldía de El Alto, Edwin Mamani.
Nadie conoce el año exacto en el que esta feria nació. Aunque Mamani indicó que data de hace más de medio siglo, los participantes antiguos y los comunarios refieren que cuando eran niños ya la conocían como parte del calendario agrícola de sus abuelos. Dicen que se reunían desde diferentes puntos para intercambiar parte de su cosecha, sus animales, semillas, tejidos, etc., para surtirse de todo lo necesario para todo el año.
Con el tiempo los productos ofertados fueron cambiando, igual que la forma de negociarlos, ya que antes regía el trueque y en algunos productos aún se lo hace.
“Los artesanos de El Alto ahora también participamos con nuestros tejidos, alcancías, gastronomía y palmitas de Semana Santa. A la feria llevamos nuestro trabajo, no de días, sino de varios meses. Son artesanías, pero es nuestra cosecha”, indicó la artesana del Consejo Central de Federaciones y Asociaciones de Artesanos de El Alto (Cocedal), Martha Apaza.
Y aunque los productos se han diversificado, la esencia es la misma. Uno de los rubros que se mantiene es el del ganado.
Blanquita es una perrita ovejera, no es la primera vez que llega junto a su familia humana, dos adultos mayores, a la Feria de Ramos para vender sus ovejitas. “Blanquita es mi perrita, siempre nos acompaña. Este año la sequía nos afectó mucho, al cultivo y al ganado, pero igual vinimos. Hay gente de todas partes para comprar o cambiar animalitos”, dice la propietaria mientras acomoda a sus ovejas. La más pequeña cuesta 380 bolivianos.
Pero ese es uno de los precios más bajos. En un camión llegaron 30 ovejas Hampshire de dos granjas de Oruro, en Toledo y Soracachi. El costo de estos ovinos, cuya raza fue lograda en 1880 en Inglaterra, oscila entre los 550 y 1.800 bolivianos.
Se ofertan puerquitos bebé, conejos y cuyes, además de pollos y gallinas. El sector de los animales es uno de los más llamativos, pero también de los más observados. Y es que cada año llegan en mayor cantidad y no siempre hay una infraestructura adecuada para garantizar sus condiciones y buen trato.
Si de ganado tradicional se trata, también desde Oruro y de los distritos rurales de El Alto llegaron varios ejemplares de llamas y alpacas. Pero no solo se trata de animales en pie, sino de sus derivados, como charque, cueros, lana, prendas de vestir y accesorios.
El rubro textil es uno de los más amplios. La lana de alpaca se vende por kilo o por ovillos, si ya está hilada.
En este sector la manufactura es importante. Mantillas, chompas y guantes se desprenden de las manos de decenas de mujeres que trabajan sin parar en medio de la feria.
Este año, además de tullmas (accesorios para el trenzado de los cabellos), se pusieron de moda adornos para el pelo de las niñas, prendedores para mantas y adornos para los sombreros. Todos hechos con lana de alpaca y pedrería.
“Este año estamos sacando nuevos modelos de carteras y bolsas, hechos con lanilla y diseños con apliques”, explicó una de las vendedoras.
También se ofrecen telares y máquinas a motor que sustituyen las ruecas para el hilado.
Al igual que en la Alasita, se habilitó un sector para los utensilios de barro que este año no sólo llegan de Cochabamba, sino también desde Perú. Alcancías, ollas aptas para fogón y cocinas de gas, juegos de té hechos con interiores de porcelana esperan a los visitantes.
Desde los Yungas también llegaron los tradicionales yerberos que traen toda clase de plantas para distintos males. También hay frutas de la temporada y dulces típicos de la Semana Santa, como el maní endulzado y las empanadas de lacayote.
Recorrer la feria puede costar todo el día, así que también hay un sector de juegos y de comida, donde casi todo se prepara en hornos de barro a leña.
“Estamos impulsando la reactivación económica. Van a encontrar herramientas para los cultivos, sogas, canastas, aguayos… de todo”, agregó Mamani.
¿Dónde se realiza?
Lugar • La tradicional “Feria de Ramos Anual Productiva – 2023” se lleva a cabo en la “exparada 8” de El Alto, camino a Copacabana, desvío a Villa Cooperativa.
Transporte • Si desea trasladarse por teleférico, la línea Azul es una buena opción. Desde Río Seco puede tomar otro vehículo. También hay minibuses desde la Ceja.
Fecha • La tradicional feria de la ciudad de El Alto empezó el 29 de marzo y se extenderá hasta el 9 de abril. Se ofrece una amplia variedad de productos agrícolas, artesanías, muebles, ganadería y maquinaria, entre otros.
Vía: PAGINA SIETE