miércoles, noviembre 27
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De Iron Man hasta al crucero: se desata la competencia de los cholets en El Alto

De un fenómeno aislado a una corriente de la arquitectura alteña, en los últimos años se ha desatado una competencia de cholets. Cada vez aparecen novedosas y gigantes construcciones con una diversidad de diseños que sorprenden a los vecinos y a los turistas.

Muchas de las construcciones cuentan con salones de fiestas, pero por la pandemia y la situación económica los costos del alquiler de estos espacios bajaron a casi la mitad en poco menos de tres años.

“El salón lo entregamos por cuatro días. El viernes para su arreglo, el sábado para la fiesta, el domingo de conteo de regalos y el lunes para la limpieza. Cuando abrimos, antes de la pandemia, cobrábamos 14.000 bolivianos. Ahora, por la competencia y la situación económica bajamos el precio. Cobramos entre 8.000 y 10.000 bolivianos”, explicó a Página Siete Paulino Poma, el propietario del cholet Iron Man de la avenida 16 de Julio de El Alto.

Freddy Mamani, el creador de los cholet que viene a ser una contracción del francés chalet y “cholo”, contó que comenzó con este nuevo estilo de arquitectura desde hace dos décadas y que en ese tiempo ya levantó 70 edificios de esas características en El Alto y otros 30 más en provincias y otros departamentos en el país.

“Hay bastante competencia, generalmente el alteño es emprendedor e innovador. Si usted coloca un negocio -luego de un tiempo- al lado aparecerán dos o tres de las mismas características. Si construimos en una avenida un salón, luego aparecerán otros dos, tres y más. Además, innovan con otras formas y yo estoy rompiendo esquemas comunes y corrientes”, aseguró el arquitecto.

El claro ejemplo se presenta en la misma avenida 16 de Julio de El Alto. Los cholets se levantan uno al lado del otro, tienen diferentes tamaños, pero las características son similares: colores vistosos y llenos de luz.

“Los diseñamos en función al propietario, en función a lo que pretende o sueña. Incluso hay que ser medio psicólogos para saber sus necesidades y funcionalidad que va a tener. Por lo general, deben ser edificios que sean como un seguro social a largo plazo para el propietario porque invierten los ahorros de su vida y deben generar una renta. Tienen vida porque generan economía al propietario”, agregó Mamani.

Por ejemplo, en los sótanos y semisótanos deben tener parqueos o canchas de wally y ráquet, y en la planta baja las tiendas comerciales. En los siguientes dos niveles se construye el salón de fiestas, en el primero se encuentra la cantina, algunas mesas y la pista de baile, mientras que el segundo se levanta como un balcón que permite ver todo el esplendor del local. El cuarto piso está dedicado a un gimnasio para romper el eco o el ruido del salón y, finalmente, en la parte superior los departamentos viviendas del propietario del inmueble.

Sin embargo, Mamani apunta a captar al turismo como lo hizo con su última obra: El crucero de los Andes. Se trata de un cholet que además de tener las características ya mencionadas, cuenta con un yate o barco en la cúspide del edificio que se encuentra en la zona de Alto Lima de la urbe alteña.

“Además de tener colores festivos y con rasgos culturales, el plus de la edificación es este crucero que se convertirá en un restaurante”, agregó. De esta forma, los turistas podrán llegar hasta el último piso de este cholet, conocer el barco y disfrutar de una deliciosa comida nacional.

Esta construcción demoró alrededor de seis años en concluir, pero los retrasos se originaron por la llegada de la pandemia en 2020. Fue un año en el que no pudieron trabajar y cuando retomaron las obras, los obreros debían cumplir una serie de restricciones que impedían su normal avance.

“Lo más complicado de construir son los detalles, los relieves y la pintura. Toda la obra se hace a pincel y se hace todo a una zona plana en líneas o círculos perfectos. Es como pintar un cuadro”, explicó Mamani.

Otra de las complejidades de construir este tipo de edificios es la iluminación. “Es un complemento en función al diseño y su instalación es muy compleja por los cables y conexiones que debemos generar. También es difícil traer la cerámica y, en algunos casos, éstas son importadas porque buscamos lo último”, explicó.

El costo de la construcción de los cholets oscila entre 200 mil y medio millón de dólares, además se demora, en promedio, cuatro años en concluir, afirmó Mamani. “Eso no quiere decir que sean construcciones costosas. También trabajé en la zona Sur de La Paz y ahí sólo un departamento de 250 metros cuadrados puede estar valiendo un cuarto de millón de dólares. Así que (un cholet) puede significar el costo de dos departamentos que están ahí abajo”, declaró el arquitecto.

En la actualidad, Mamani cuenta con dos a tres proyectos, pero evitó dar mayores detalles de las obras a las que está dedicado en este momento para que sean nuevas sorpresas para la ciudad de El Alto.

Además de las luces y colores brillantes, los cholets buscan una identidad propia para ser reconocidos y calificados como únicos. Por ejemplo, la anterior semana en la avenida Arica, cerca del puente Bolivia, Raúl Bernal Sosa, un joven emprendedor de El Alto, tuvo la idea: incluir en su construcción la forma de un ovni y aparentar que se estrelló en la obra.

El ovni tiene luces en todo su alrededor y por la noche da la impresión que estuviera en el aire. “Quería que tenga incluso marcianos, pero no se pudo. Tampoco emite sonido”, contó Bernal.

En febrero, después de siete años de construcción, también abrió sus puertas un edificio que incluye la imagen de ocho metros del robot Bumblebee en la zona de Alto Lima. Fue presentado como el nuevo cholet de El Alto, aunque la edificación en realidad es parte de la arquitectura transformer de Santos Churata, quien murió el 23 de julio del año 2021.

La obra fue concluida por Marjhely Churata, quien heredó la compañía de su papá. Esta constructora ya tiene en su haber 30 edificaciones con fachadas robóticas. Y justamente su última entrega tiene una imagen del personaje de los Transformers parado en la fachada y en una posición de ataque que sorprende a la gente. “Mi papá se esforzó bastante para que esta constructora salga adelante y yo debía seguir su tarea”, dijo la joven heredera, quien contó que para levantar las obras cuenta con un equipo de profesionales especialistas en diferentes áreas.

En la actualidad, estas megaconstrucciones de colores y diseños brillantes, que muestran la opulencia de un sector que gana poder en la urbe alteña, forman parte de recorridos turísticos que ofrecen experiencias “únicas”, pues muy pocas veces se puede ver una competencia de titanes.

Los antecedentes

Historia Este tipo de arquitectura comenzó hace un par de décadas y en sus primeros años recibió una serie de nombres como cohetillo, neoandina, neohuancarani, transformer y cholet. Este último término, en un inicio, fue considerado como un término despectivo y para muchos es ofensivo. Pero hoy es el más difundido y es con el que se quedó este estilo.

Origen El término cholet es la fusión de palabras, cholo o chola y chalet, el último haciendo referencia al estilo arquitectónico suizo chalet. Estas construcciones cuentan, en la parte superior, con amplios departamentos de uso residencial.

Iron Man cumple tres años

El imponente edificio levantado en la Av. 16 de Julio se concluyó poco antes de la pandemia. Este salón tiene capacidad para 700 personas, aunque su dueño informó que el día de la inauguración ingresaron hasta 1.200 personas. Tiene dos niveles, en el primero la pista de baile y algunas mesas. En el segundo se puede acomodar el grupo de música.

Crucero de los Andes

En la zona de Alto Lima se construye un barco en la cúspide de un edificio, propiedad de Víctor Choque. Se tiene previsto que este espacio sea un restaurante. Los visitantes podrán disfrutar del ambiente interno que ofrece este bote, de una hermosa vista de El Alto y una comida. Además, el dueño rentará locales comerciales en la planta baja.

El ovni de la avenida Arica

Raúl Bernal Sosa, un joven emprendedor de 38 años, creció con la historia de su papá, quien le contaba una y otra vez que vio un ovni en los Andes. Tal fue la creencia que abrió su tienda de repuestos ovni. Ahora, el hijo plasmó la idea en su nuevo edificio que lleva un ovni estrellado en su fachada. De noche las luces se prenden y sorprenden a los vecinos.

Bumblebee está al ataque

En Alto Lima la empresa Churata, que Marjhely Churata heredó de su papá Santos, construyó e inauguró en febrero el edificio Bumblebee, personaje de los Transformers. Este robot de al menos ocho metros de altura fue armado en la fachada del edificio en pose desafiante y listo para el ataque. Esta empresa hizo 30 edificaciones con fachadas robóticas.

Estatua de la Libertad en El Alto

En 2019, la ciudad de El Alto estrenó su propia estatua de la Libertad. El toro de la estatua y su brazo extendido con la antorcha fue plasmada en la fachada del cholet ubicado en la avenida Cívica, calle 11, a una cuadra de la avenida Satélite. El arquitecto de la obra fue Santos Churata, un emprendedor que falleció el 23 de julio del año 2021.

Página Siete

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