domingo, noviembre 3
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Cochabamba, A 28 años de la primera manifestación, estudios muestran que “Cristo llora”

¿Llora Cristo en el valle? Sí, llora. Ésa es la afirmación que hace el reconocido psicólogo clínico e investigador Ricardo Castañón Gómez después de estudiar las efusiones de la imagen de yeso del Cristo de San Pedro que comenzaron hace 28 años, el 9 de marzo de 1995, en el oratorio de la familia Arébalo Urquidi.

El origen de este evento extraordinario se centra en la adquisición de un busto del “Cristo de Limpias, al menos ése fue el nombre que dio el proveedor de la imagen de yeso. De acuerdo con la literatura el original, está en la provincia española de Cantabria, en la Villa de Limpias, representa al Cristo de la Agonía y se hizo famoso por manifestaciones extraordinarias entre 1914 y 1919”, refiere el psicólogo en su libro sobre esta manifestación.

La pregunta sobre el llanto de Cristo en el valle ha sido esencial para avanzar en la investigación de 15 años que ha desarrollado Castañón junto a un equipo y laboratorios altamente especializados.

“Lo que yo puedo decir es que hemos encontrado sangre humana, ADN humano, glóbulos rojos, blancos. Hemos hecho estudios en laboratorios de Australia, Europa, de Estados Unidos, Sudamérica, y todos han confirmado, tenemos más de ocho estudios, de más de 15 años que demuestran que esto no es un fraude, es real: esa efusión tiene sangre humana”, asevera.

Entre los estudios realizados están en el Instituto de Medicina Legal de Roma, en Forensic Analytical en California, Laboratorios Delta en EEUU, otros realizados en laboratorios de Bolivia y el Informe a las Autoridades Vaticanas y a la Conferencia Episcopal.

A poco de cumplirse los 28 años del primer brote, Castañón destaca uno de sus estudios.

“Algo que me ha conmovido mucho es un estudio: con un microscopio especial, penetramos por debajo de la sangre coagulada y debajo la sangre estaba fresca y encontramos piel humana. El médico forense de Australia encontró un orificio en la piel y encontró un espino de origen vegetal y, cuando hizo el estudio molecular de la espina, descubrió que era de un lugar muy árido”, detalló.

Aunque la Iglesia ha mantenido prudencia sobre este evento y espera los resultados finales de la investigación y los procedimientos internos, hay creyentes en Cristo que acuden a la capilla que se construyó en la casa de la familia Arébalo Urquidi, ubicada en la calle Belzú de la zona de San Pedro.

Como antecedentes de la Iglesia están el informe del Grupo Internacional para la Paz y el Documento 30.9.1995 que autoriza la veneración de la imagen del Cristo que llora en Cochabamba que fue presentado por el entonces arzobispo de Cochabamba René Fernández.

“En su declaración, instó a reflexionar sobre el hecho, manifestando que lo extraordinario de este acontecimiento debería servir para que, ante la presencia del Cristo sangrante, escuchemos su llamado”, consigna Ricardo Castañón en su libro ¿Llora Cristo en el valle?, que está en su cuarta edición.

A 28 años del evento, el interés por explicar este hecho continúa en el profesor universitario y psicólogo por su inquietud por el comportamiento humano, la mente y la espiritualidad.

“Me he interesado en hacer estudios del Cristo, porque nos lleva a pensar en la posibilidad de que hay una naturaleza espiritual”, enfatiza.

Conferencia y misas por el aniversario

Con motivo del 28 aniversario del Cristo que llora, el jueves 9 de marzo se realizará una misa en la capilla en San Pedro a las 11:00. A las 15:00 será el rezo de la Coronilla y misas a las 17:00 y 19:30.

El martes 7 de marzo a las 19:30, Ricardo Castañón dará una conferencia sobre “Razón humana y ciencia espiritual: ¿Llora Cristo en el valle?” en el salón de eventos del Colegio Médico, en la calle España casi México.

Los Tiempos

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