El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, fue quien encabezó el renovado Corso de Corsos que derrochó creatividad, colorido y alegría que se vio reflejado en los miles de bailarines y músicos que encantaron a los asistentes que se apostaron a lo largo del recorrido.
“Queremos que el corso cochabambino sea el que cierre con broche de oro el carnaval en el país. El objetivo es que cada vez sea mejor y se convierta en una actividad de encuentro de los bolivianos. Por ese motivo, este año se ha ampliado el recorrido, se ha realizado el colocado de máscaras, gigantografías y se hizo el pintado del recorrido”, señaló el alcalde Reyes Villa.
El Corso de Corsos comenzó a las 9:00, como estaba previsto, y fue encabezado por la comitiva que acompañó a Reyes Villa, que estaba conformada por concejales, reinas del Carnaval de la Concordia e invitados. Conforme fue avanzando la comparsa, se generó un retraso de más de una hora debido a que muchos de los espectadores le mostraron su cariño a la autoridad municipal.
Posteriormente, las unidades militares, que tenían previsto concluir su paso por el palco cerca del mediodía, se extendieron hasta las 14:30, lo que alargó hasta la madrugada de este domingo el cierre del Carnaval de la Concordia.
Entre los invitados que llegaron hasta el palco de autoridades, estuvieron concejales, diputados y senadores, además del alcalde de Trinidad (Beni), Christian Miguel Cámara, y los cónsules de Argentina, España, Brasil y otras personalidades. Los ausentes fueron las autoridades del partido en función de gobierno.
En cuanto a las fraternidades, a las 76 inscritas se sumaron los Tinkus Wistus de La Paz y la diablada Urus de Oruro, señaló el secretario de Desarrollo Productivo, Turismo y Cultura, Enrique Mendieta.
Se decomisaron y echaron bebidas alcohólicas
El control desarrollado por gendarmes de la Intendencia Municipal y Seguridad Ciudadana decomisó gran cantidad de bebidas alcohólicas y sorprendieron a dueños de graderías comercializando espacios a precios elevado.
“Logramos decomisar 15 cajas de cerveza y un bidón de 20 litros de alcohol. Pero también se detectó que los espacios en las graderías fueron comercializados a un precio de 350 bolivianos, cuando el precio máximo establecido era de 100 bolivianos”, detalló el intendente Enrique Navia.
Los Tiempos