Raquel Welch nació en Chicago. De madre estadounidense, Josephine Sarah Hall, de origen inglés, y de padre boliviano, Armando Carlos Tejada Urquizo, logró abrirse un espacio en Hollywood y brillar con luz propia.
Su padre era el ingeniero aeronáutico, su nombre era Armando Carlos Tejada Urquizo.
Es debido a su familia paterna que la actriz era familiar de la que fue la primera presidenta de Bolivia, Lidia Gueiler Tejada.
Sin embargo, Raquel tomó el apellido Welch de su primer marido (con quien se casó en 1959, a los 19 años de edad) y lo conservó como nombre artístico a pesar de su divorcio seis años después.
En su juventud Raquel se trasladó junto con su familia a San Diego, y estudió interpretación y modelaje. Trabajó como presentadora de un espacio de TV y como modelo publicitaria.
“Creo que cuando tienes ascendencia anglosajona y latina, tu lado hispano prevalece. Tiene que ver con tu temperamento y con tu esencia”, manifestó la artista de ascendencia boliviana. “Yo creo que era más sensual que muchas de las chicas de mi escuela. No creo que tenía nada especial, pero podía ver que tenía algunas cosas en mis cromosomas, notaba claramente la sangre de mi padre”, sostuvo el año 2015, cuando recibió un premio a la trayectoria artística de la Asociación Nacional de Productores Latinos Independientes (NALIP, por sus siglas en inglés).
En otra entrevista comentó que no aprendió a hablar castellano porque su padre no hablaba en casa en su idioma natal.
“Él quería protegernos de algunas de las inconveniencias y, según él, prejuicios que hay en contra de la gente que habla con acento”, puntualizó. “Realmente me hubiera gustado que él hubiera hablado español en casa, porque así me vendría natural”.
Welch dijo que no se arrepiente de nada en su carrera, durante la cual luchó para salir de los papeles que explotaban su imagen.
Hoy el mundo del arte llora su partida, su agente no ha dado mayores detalles, solo se sabe que le sobrevino una enfermedad.
ElDeber