En 1960 el escultor Emiliano Luján Sandoval había ganado el concurso de propuestas para eregir un monumento del Cristo en la ciudad de Santa Cruz, a propósito de la realización -por primera vez en esa ciudad- del IV Congreso Eucarístico Nacional.
El artista presentó una maqueta de 50 centímetros de largo, bajo el nombre de Corazón de Jesús, y el comité organizador lo seleccionó para que lleve a cabo este trabajo como un símbolo de paz para el evento católico. Lo que no imaginó es la importancia que representaría la obra 60 años después.
Manos a la obra
Luján ya había esculpido antes varios monumentos en La Paz como el del expresidente Germán Bush que está en Miraflores o el de Alexander Von Humboldt, en la plaza de la calle 8 de Calacoto. No obstante, este trabajo era importante por el tamaño y el significado para la sociedad cruceña.
El escultor y también caricaturista, nacido en Arani, Cochabamba en 1910, había adoptado a La Paz como su ciudad de residencia. Para la misión del Cristo, acondicionó el patio de su casa, en la tradicional zona de San Pedro, ahí se puso manos a la obra y trabajó durante nueve meses.
Le fue dando forma bajo la concepción artística original. “De grandes dimensiones, el Cristo de Santa Cruz es una combinación de arte clásico y arte moderno. Una figura estilizada que se yergue dominante con los brazos abiertos en actitud de caminar. El creador que hay en Luján ha combinado tan bien las dos tendencias que el neófito y el esteta verá una pieza escultórica de extraordinaria belleza y el creyente verá a Cristo”, comentó el crítico de arte IanKaliszewski en el periódico La Nación en 1961
Si bien no existe datos sobre la adquisición del bronce para la realización de la obra, es probable que se haya obtenido de las vainas de las armas del Ejército Nacional, que era uno de los medios más comunes en ese entonces para la obtención del material, dice el historiador Daniel Luján, nieto del artista y que investigó la obra.
Cuenta que al principio, en la maqueta diseñada por su abuelo, el Cristo tenía las manos extendidas como el Cristo del Corcovado de Río de Janeiro, en Brasil. “No se sabe en qué momento se cambió y finalmente quedó con los brazos hacia arriba”, explica Luján.
“Trato de hacer un Cristo único que, como el del Corcovado, no existe en ningún otro lugar de la tierra”, mencionó Emiliano Luján en una entrevista del periódico La Nación, cuando estaba a punto de terminar.
El proceso de elaboración, el vaciado del material y el posterior fundido del bronce había llegado a su fin. En julio de 1961, el Cristo Redentor, dividido en dos grandes piezas partió rumbo a Santa Cruz por tierra. Se dice que gran parte del camino se hizo en tren.
El historiador Luján cuenta que para sacar la obra del patio de la casa del artista, una gran grúa tuvo que intervenir y levantarla por encima del inmueble, con mucho cuidado y bajo el control minucioso de su autor.
El Congreso Eucarístico se llevó a cabo entre el 9 y el 12 de agosto de ese año y el entonces presidente Víctor Paz Estenssoro participó en la inauguración. La obra fue levantada en el segundo anillo.
Desde entonces el Cristo Redentor fue el punto de encuentro de los cruceños y el símbolo de paz, aunque en los últimos meses lo vimos rodeado de gases lacrimógenos, llantas incendiadas, y ráfagas de petardos por la violencia de los conflictos socio-políticos en la capital cruceña.
La concepción de la obra fue representar paz para los ciudadanos y es un símbolo de integración nacional que la vida del propio autor se encargó de establecer. Fue un cochala que en el patio de su casa en La Paz esculpió la obra que ahora descansa en Santa Cruz.
Apuntes de la obra
Dimensiones • El Cristo Redentor mide 7,5 metros y descansa sobre un pedestal de unos 10 metros, aproximadamente.
Inauguración • En agosto de 1961 fue inauguarada la obra durante el IV Congreso Eucarístico Nacional, en Santa Cruz. Tiene 61 años de antigüedad.
Monumentos • Emiliano Luján esculpió también el Soldado caído del Obelisco paceño, la Virgen india de la zona de Villa Victoria, el monumento de Juana Azurduy que estaba en el anterior aeropuerto de Sucre, el de Eduardo Abaroa de la plaza Abaroa de La Paz y el Corazón de Jesús que está en la ciudad de Tarija.
Página Siete