viernes, marzo 14
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Los bordados típicos son la expresión del Carnaval Chapaco

El Carnaval en Tarija cubre las calles de albahaca, serpentina y flores. Flores en las canastas de comadres y compadres; y flores bordadas en las camisas, mantas y blusas que la gente luce.

Los bordados típicos en la vestimenta son una de las características más notorias de la ropa chapaca y su creación viene de la mano de bordadoras y bordadores que trabajan en sus talleres todo el año en preparación para las celebraciones carnavaleras y religiosas.

La tradición en familia: Bordados López

Desde hace alrededor de 20 años, Gilbert López se dedica al bordado de prendas típicas. El negocio inició por su interés en el arte desde joven, talento que desarrolló con su llegada a Tarija desde Potosí en 2004.

En 2020 que la familia López abre las puertas de su propio local. En una entrevista con El País, Rodrigo López, quien ayuda a su padre en el negocio, comenta cómo el proceso de elaboración inicia en las manos de Gilbert, quien realiza los diseños a mano y determina los colores. Los diseños luego se adaptan para su bordado con maquinaria.  

Los diseños se actualizan constantemente, en base a los pedidos de la población, que se aproximan a la tienda buscando colores específicos o para solicitar un bordado particular. Los ballets folclóricos son pioneros en esa área, pidiendo siempre diseños innovadores.

No obstante, López señala que hay ciertos modelos tradicionales que se mantienen año tras año. Tal es el caso del típico bordado de las camisas para varón que muestra la caja, el erque y la caña.

20 años de labor: Bordados Paulina

En otro punto de la ciudad, se encuentra una de las bordadoras con mayor trayectoria en Tarija. La señora Paulina Vasco lleva más de 20 años compartiendo sus creaciones con el departamento y el exterior.

Encargada del diseño y la dirección de su taller, Paulina también se mantiene al día con las tendencias, plasmando las flores, racimos de uva e instrumentos tradicionales en una variedad de modelos que van desde las típicas camisas a las modernas blusas que buscan las personas más jóvenes.

Al conversar con El País, Paulina hace énfasis en que, si bien la época de mayor trabajo es la del Carnaval, por las festividades de Compadres y Comadres, el trabajo en el taller no para en ningún momento del año.

Luego del Carnaval se aproxima la celebración del 15 de abril, la fiesta de la Pascua florida y, por supuesto, la fiesta Grande de San Roque.

Bordados para tarijeños en todas partes

Esta última celebración también se espera con entusiasmo fuera de las fronteras del país. Si bien los principales clientes son locales, los residentes tarijeños en España e Italia celebran las fiestas tarijeñas tradicionales, ataviados con la vestimenta que luce los bordados de manos de Paulina.

Un poco más cerca, en Argentina, ocurre lo propio. Ballets folclóricos como Churos Chapacos y Sentimiento Chapaco, conformados también por residentes tarijeños en el vecino país, hacen sus pedidos a Bordados López, quienes les envían vestimentas nuevas cada año.

Pero los trajes también se van, aunque en menor escala, en las maletas de los turistas que llegan al departamento. Los visitantes, en su mayoría del eje central del país, buscan una prenda con bordados tradicionales para lucirla durante sus recorridos de la Ruta del Vino y para llevarse un recuerdo de su viaje.

Una labor ardua

En todos los casos, destaca siempre la dedicación y trabajo constante que esta labor requiere.

Bordados Típicos Paulina cuenta con cinco trabajadores, además de la dueña, quien supervisa todos los detalles, desde el corte hasta la presentación de las prendas en su tienda. La alta demanda hace que el proceso sea arduo, con pedidos y requerimientos de múltiples grupos.

Y cuando pasa el Carnaval, la producción continúa, ya con miras a las celebraciones del año próximo. La complejidad de algunas prendas, como las blusas chapacas, requiere tiempo y esfuerzo adicional, en especial para añadir los detalles hechos a mano. Esto incrementa el tiempo estándar de elaboración de una prenda, que suele rondar las 4 horas, según Rodrigo López.

Si bien los diseños se actualizan, el arte del bordado siempre sostiene y hace visible una parte de la identidad tarijeña. En palabras de Paulina Vasco: “El que no se puso camisa bordada en Compadres se siente ajeno, la camisa es lo que los identifica como chapacos”.

Bordado para el empoderamiento económico

La Alcaldía de Tarija brinda cursos de bordado a mano de camisas y blusas chapacas. Las últimas ediciones tuvieron la participación de más de 80 mujeres. La iniciativa busca empoderar a víctimas de violencia.

Via: El País

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